Creo que se abre un nuevo tiempo. Con nuevos problemas, pero también nuevas maneras de entender la vida, el trabajo, la sociedad y por ende, la política.
Es hora de cambiar caducos estilos de gobernanza e inercias del pasado.
Estoy convencida de que necesitamos una nueva cultura política, para escucharnos, cuidarnos, impulsar y transformar, que anteponga las necesidades de la mayoría.
Yo y nosotras en EH Bildu estamos preparadas para ello.
En tiempos de incertidumbre, ofrecemos respuestas. En tiempos de miedo y preocupación, actuamos con empatía y determinación.
Me comprometo a impulsar, junto a las compañeras y compañeros que conformamos EH Bildu, y a todas aquellas personas que se decidan por otra forma de hacer política, un nuevo modelo de gobernanza de cercanía, que busque la mejora en la vida diaria de todas y todos.
«Creo firmemente
que es
nuestro
momento»
Maddalen Iriarte Okiñena (Donostia, 1963) es la candidata a la Lehendakaritza por EH Bildu. Tras 35 años de experiencia en diferentes medios de comunicación, fue cabeza de lista por Gipuzkoa a las elecciones al Parlamento Vasco de 2016 y ha sido la portavoz del grupo en los últimos cuatro años.
¿Cómo has vivido el Covid-19 y el confinamiento?
Preocupada y angustiada. En primer lugar, por la salud de los que me rodean. Mi marido es médico de atención primaria y sé de primera mano en qué condiciones han tenido que trabajar en los centros de salud. Por otro lado, también estoy preocupada por la salud de mi padre y mi madre. En estos tiempos de incertidumbre, tampoco sé cómo va a influir todo esto en los planes de mis hijos. La crisis financiera del 2008 golpeó sus perspectivas de futuro e intuyo que estas los condenaran a un presente de precariedad.
Como en todas las casas, en la nuestra también estamos inquietos y angustiados.
A pesar de ello, has seguido con tu trabajo político.
Sí. Desde casa y en las condiciones que podíamos, pero entendimos que debíamos seguir trabajando para mejorar la vida diaria de la gente. Desde casa nos hemos reunido con todos los agentes que podíamos, hemos llevado a la Diputación Permanente del Parlamento Vasco propuestas para el plan de desescalada o para la correcta gestión de los ERTEs, por ejemplo.
Cuál es el mensaje principal que estás difundiendo en las últimas semanas?
Estoy repitiendo especialmente dos mensajes:
El primer mensaje es para todas que durante el confinamiento salían al balcón a las 20:00: debemos entender estas elecciones como palanca para convertir esos aplausos en políticas públicas. Necesitamos un servicio público más fuerte para completar los servicios de salud y dar más garantías a todas las redes de protección. Necesitamos una política económica integral para la promoción y la defensa del empleo. Para ello, es necesario redirigir las instituciones políticas a la búsqueda del bienestar común, abandonando todo interés clientelista.
En segundo lugar: esta sociedad, necesita una nueva cultura política. Nuevos acuerdos y liderazgos. ¿Por qué y para qué? Sobre todo porque en la última década se sigue actuando con inercias caducas y nos encontramos ante una nueva situación. En esta situación inédita las preocupaciones y necesidades han cambiado y es evidente que estas necesidades no pueden ser atendidas con las fórmulas utilizadas en las tres últimas décadas.
Creo que en ese sentido debemos creer más en nuestras propias fuerzas, porque tenemos un talento y unas capacidades humanas y colectivas increíbles. Somos el único movimiento que está ofreciendo nuevas respuestas a esta sociedad.
Y en este contexto, ¿qué es lo que propone EH Bildu?
Nos presentaremos a las elecciones con un programa concreto y factible. Quiero destacar por su importancia que EHBildu es un partido dispuesto a gobernar que presenta propuestas y personas preparadas para gobernar. No estamos aquí únicamente en defensa de unos valores, para trabajar en una oposición voluntariosa o para la denuncia de ciertos hechos. Desde nuestra creación, trabajamos diariamente para mejorar la vida de la gente, también durante la gestión de la crisis del Covid-19. En este sentido, estamos dando importancia a dos variables: QUÉ proponemos y en ese sentido estamos siendo constructivos, pero a su vez, es importante el CÓMO. Creemos que no es época de las arrogancias y actuamos y actuaremos empáticamente, priorizando el cuidado.
Con la propuesta “Euskal Herria 2030” queremos ofrecer a este pueblo una respuesta integral, superando inercias caducas y dando respuestas actualizadas a las nuevas preguntas que han surgido en la sociedad.
Incides en la idea de superar inercias caducas. ¿Qué quieres decir con esto?
Le doy tres significados a la necesidad de superar las inercias: encontrar una alternativa al entente agotado de PNV y PSE, actualizar las formas de hacer política y renovar los liderazgos. En definitiva, dar el salto a una nueva cultura política.
En este sentido, creo que el modelo político del PNV y PSE tiene profundas grietas, como se ha podido comprobar en esta legislatura en el caso de Zaldibar, además de durante la gestión del Covid-19. Es un modelo agotado, está necesitado de aire nuevo, no pueden seguir con las mismas recetas de los últimos 30 años.
En los últimos meses, el mito de la buena gestión del modelo jeltzale y la leyenda de la supuesta bilateralidad han mostrado sus miserias e incidir en esa dirección solo supondrá ahondar en el agotamiento del modelo.
¿Crees que esto será posible en los próximos cuatro años?
La sociedad no es la de hace 10 años, Euskal Herria no es de hace 5 años, sobre todo tras el confinamiento. La mayoría de la población ha pasado dos meses confinada en casa: en lo personal, hemos tenido la oportunidad de pensar sobre lo importante, lo deseable y lo prescindible en nuestras vidas y esto tendrá su reflejo en las elecciones.
Somos el partido más cercano a los valores y deseos de la sociedad y debemos utilizarlo para promover las transformaciones necesarias. La política no es crear y alimentar bandos, sino articular voluntades y afectos, más en estas condiciones. En ese sentido, ¿es el Gobierno Vasco un reflejo de la sociedad vasca actual con su empeño por el TAV y sus rídicualas aperturas a Cantabria? ¿Están respondiendo a las inquietudes y necesidades de la sociedad? ¿A quién defiende?
Yo, Maddalen Iriarte, será por lo aprendido del movimiento feminista en los últimos años, pero estoy convencida de que es nuestro momento. Nuestro momento como EHBildu, para empoderarnos, gobernar, actuar responsablemente, mostrar altura y ofrecer soluciones constructivas.
¿Qué y cómo afrontar la nueva situación?
Creo que debemos situar algunas preguntas y responderlas de manera clara:
¿Quién pagará las consecuencias de estas crisis? ¿Seguiremos secuestrados por Confebask como hasta ahora en temas de fiscalidad? ¿O en lugar de exigir más a los que más tienen, las instituciones harán más recortes, haciéndoles pagar las consecuencias a los mismos que pagaron en la anterior crisis? ¿Queremos una Osakidetza más fuerte o aún más débil? Al fin y al cabo, ¿para qué salíamos a aplaudir?
Hemos presentado un plan integral que da respuesta a estas preguntas, ofreciendo soluciones a corto plazo, pero vislumbrando un nuevo horizonte a medio plazo. Son propuestas factibles, contrastadas, que ponen la cultura del cuidado en el centro, que se están implementando con éxito en otros países europeos y que no entendemos por qué aquí no se pueden llevar a cabo. O, quizás, entendemos demasiado bien por qué, porque se priorizan otros intereses.
¿Qué retos te pones a ti misma y a EH Bildu el 12 de julio?
Demasiadas veces hemos presentado a EHBildu como una suma de minorías: feministas, ecologistas, euskaldunes, en defensa de los intereses de las y los trabajadores… hasta ahora hemos tenido la tendencia a vernos como un partido cosido a retazos. Tras el confinamiento, es evidente que conectamos con los valores de la mayoría de este país. El objetivo en estas elecciones es representar a esa nueva mayoría, con total humildad pero sin ningún pudor.
Como decía antes, EHBildu es un espejo de la sociedad. Conectamos con las necesidades y deseos de la gente, seguimos ganando espacios de confianza entre la ciudadanía y estos nos ven como un partido dispuesto a gobernar. Mira cómo hemos gestionado estas crisis en pueblos como Errenteria, Durango o Deba, por ejemplo. Hemos ofrecido a la gente soluciones reales, con actitud empática y estando a la altura de la situación. Mientras tanto, Urkullu ha decidido ponerse al lado de Revilla.
Creo que, empezando por mí y hasta el último militante, nos toca ser ambiciosos, porque este pueblo se lo merece y la ciudadanía nos necesita en este momento.